La cuantía de estas pensiones se determina en función de las cotizaciones efectuadas
Nuestro sistema de Seguridad Social es un sistema de previsión que pretende garantizar determinada cobertura a sus beneficiarios. Está basado en un sistema de solidaridad intergeneracional o sistema de reparto, que exige a los actuales pensionistas haber cotizado al sistema durante el tiempo que estuvieron trabajando.
Así las cosas, las pensiones contributivas son prestaciones económicas, vitalicias (con matices), cuya concesión exige la existencia de una anterior relación jurídica con la Seguridad Social. Es decir, acreditar la existencia de un período mínimo de cotización en determinados casos, siempre y cuando se cumplan los demás requisitos exigidos.
La cuantía de estas pensiones se determina en función de las cotizaciones efectuadas, tanto por lo que respecta al tiempo como a la base de cotización. Dependen, por tanto, de las aportaciones efectuadas durante el período activo laboralmente a efectos de la base reguladora de la pensión de que se trate.
Las pensiones contributivas se nutren de los fondos del sistema de Seguridad Social, siendo competencia del Estado y gestionándose de forma centralizada, teniendo por objetivo cubrir las necesidades de cada persona en cada una de las situaciones protegibles.
Existen varios tipos de pensiones contributivas, en función de las situaciones a proteger: la jubilación, la incapacidad permanente y el fallecimiento (viudedad, orfandad, en favor de familiares) y dentro de la acción protectora del SOVI se incluye las pensiones de vejez, invalidez y viudedad.
En nuestro despacho estudiaremos su caso, analizaremos el cumplimiento de los requisitos fijados, calcularemos su futura prestación y, para el caso de que lo consideremos viable, le acompañaremos durante la tramitación y resolución de su procedimiento.
¿Alguna pregunta?